Esta será una más de las miles de entradas que he escrito inspiradas en algo que he leído. Ahora mismo estoy leyendo un libro MUY bueno el cual me está haciendo reflexionar muchísimo sobre diversas cosas. Este libro está escrito en el 2575 y cuenta la invasión a un planeta (todos los planetas están ocupados por seres humanos). Es un libro donde vemos como escapan de ahí y todo lo que sufren los personajes en la huída. (Ya paro que este no es un blog de reseñas)
Nunca había oído hablar de este síndrome hasta que, en esta historia, varios personajes sufrían de él. Para el que no lo sepa es un síndrome que tienen aquellas personas que han vivido la muerte de varias personas y/o seres queridos delante suyo. Nació (lamentablemente) en las personas que sobrevivieron de los campos de concentración.
Yo me puse a pensar lo duro que sería eso y la verdad es que no me hizo falta pensarlo demasiado, ya que esta historia te mete en ella haciéndote ver las escenas como si pasaran delante tuya.
Te puedes sentir solo durante diferentes momentos de la vida pero, imaginate, tan solo por un momento, que esa soledad fuera cierta, que por mucho que quieras nadie podrá venir a darte un abrazo, porque todos han muerto.
Sé que es un tema bastante fuerte, pero también real, saliendo de la ficción, muchas personas viven esto a diario, víctimas de las
guerras.
Uno de los personajes principales sólo tiene a su padre, a nadie
más, y al ver como la gente empieza a morir a su alrededor lo único que puede pensar es en ir a buscar a su padre. Pensad el miedo de ese chico, ver como cada segundo que pasa va dejando atrás la oportunidad de salvarle.
Y esta entrada no la he hecho para que lo paséis mal o os sintáis fatal, todo lo contrario, solo quiero que miréis a vuestro alrededor, que penséis en todos los familiares y amigos con los que contáis. La suerte que tenéis, que tenemos, es inmensa, y es que en verdad nunca estaremos sólos ya que, pase lo que pase, ellos estarán ahí, físicamente o en los recuerdos, pero nunca volveremos a estar sólos si alguna vez hemos recibido el cariño de alguien.
En un vídeo que nos han puesto hoy en clase (el cual me ha hecho terminar de escribir esto) decía algo como "El amor es una palabra sin sentido hasta que nosotros le damos un significado". No todo es el cariño de una pareja, hay otros tipos más grandes y fuertes que ese. Unos que nunca se acabarán.
Yo no podría soportar el "Síndrome del superviviente" como mucha gente ha tenido que hacer y eso lo digo porque no me veo con la amenaza de tener que sufrirlo jamás, pero, en el hipotético caso de que pasara, lo más probable es que lo soportaría perfectamente porque necesitaré luchar por los que no pudieron. O a lo mejor tengo razón y me dan ataques de pánico y no puedo seguir adelante. ¿Quién sabe?
Nunca había oído hablar de este síndrome hasta que, en esta historia, varios personajes sufrían de él. Para el que no lo sepa es un síndrome que tienen aquellas personas que han vivido la muerte de varias personas y/o seres queridos delante suyo. Nació (lamentablemente) en las personas que sobrevivieron de los campos de concentración.
Yo me puse a pensar lo duro que sería eso y la verdad es que no me hizo falta pensarlo demasiado, ya que esta historia te mete en ella haciéndote ver las escenas como si pasaran delante tuya.
Te puedes sentir solo durante diferentes momentos de la vida pero, imaginate, tan solo por un momento, que esa soledad fuera cierta, que por mucho que quieras nadie podrá venir a darte un abrazo, porque todos han muerto.
Sé que es un tema bastante fuerte, pero también real, saliendo de la ficción, muchas personas viven esto a diario, víctimas de las
guerras.
Uno de los personajes principales sólo tiene a su padre, a nadie
más, y al ver como la gente empieza a morir a su alrededor lo único que puede pensar es en ir a buscar a su padre. Pensad el miedo de ese chico, ver como cada segundo que pasa va dejando atrás la oportunidad de salvarle.
Y esta entrada no la he hecho para que lo paséis mal o os sintáis fatal, todo lo contrario, solo quiero que miréis a vuestro alrededor, que penséis en todos los familiares y amigos con los que contáis. La suerte que tenéis, que tenemos, es inmensa, y es que en verdad nunca estaremos sólos ya que, pase lo que pase, ellos estarán ahí, físicamente o en los recuerdos, pero nunca volveremos a estar sólos si alguna vez hemos recibido el cariño de alguien.
En un vídeo que nos han puesto hoy en clase (el cual me ha hecho terminar de escribir esto) decía algo como "El amor es una palabra sin sentido hasta que nosotros le damos un significado". No todo es el cariño de una pareja, hay otros tipos más grandes y fuertes que ese. Unos que nunca se acabarán.
Yo no podría soportar el "Síndrome del superviviente" como mucha gente ha tenido que hacer y eso lo digo porque no me veo con la amenaza de tener que sufrirlo jamás, pero, en el hipotético caso de que pasara, lo más probable es que lo soportaría perfectamente porque necesitaré luchar por los que no pudieron. O a lo mejor tengo razón y me dan ataques de pánico y no puedo seguir adelante. ¿Quién sabe?
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